Lentes de contacto en niños
Los niños a partir de los 12 años pueden utilizar lentes de contacto sin problema alguno. Las lentes de contacto o lentillas tienen muchas ventajas frente a las gafas y sobre todo si se trata de adolescentes.
Algunos de los beneficios que aportan:
- pueden facilitar mucho la calidad de vida (deportes, ocio): dan un campo de visión mucho más amplio que las gafas
- mejoran el aspecto físico del niño, tan importante en la edad adolescente. En consecuencia, mejora la autoestima y la confianza en uno mismo
- se evitan las gafas rotas, rayadas o perdidas, tan típicas en edades infantiles
La edad para poder empezar a usar lentes de contacto dependerá de la madurez del niño y de su habilidad para cuidar de ellas. Una buena edad suele ser sobre los 12 años, pero cabe la posibilidad de que el niño sea suficientemente maduro para usarlas incluso antes.
Es importante que se consulte a un oftalmólogo pediátrico para determinar las opciones más adecuadas para el niño. El oftalmólogo pediátrico podrá asesorar bien sobre el proceso de adaptación a las lentes de contacto para el niño. También puede ayudar a definir si las lentillas son una buena opción en cada caso. El profesional tendrá en cuenta la morfología de los ojos del niño, el estilo de vida que lleve, la prescripción y el tiempo que pueden usarse.
El papel de los tutores:
La práctica para ponérselas se lleva a cabo con el oftalmólogo, aunque una vez en casa deberán ser los padres quienes se aseguren de que se sigan bien las instrucciones dadas.
Los padres juegan un papel muy importante en la educación y cuidado del niño. Cuando el niño está preparado para utilizar lentes de contacto, los padres deberán supervisar los primeros pasos hacia la adquisición de unos hábitos en lo que a la utilización de lentillas se refiere. Hábitos importantes, como la limpieza y cuidado de éstas para evitar sufrir infecciones oculares u otras complicaciones derivadas de un mal uso. Algunos de los problemas que pueden surgir si no se lleva una buena limpieza son: infecciones, conjuntivitis crónica, sequedad ocular o úlcera.
Cuidado de las lentes de contacto:
Algunas de las medidas que se deben tomar para cuidar adecuadamente las lentes de contacto son:
- lavarse las manos con agua y jabón y secárselas bien antes de tocarlas
- no dormirse con las lentes de contacto puestas si el profesional no ha indicado lo contrario
- procurar no ducharse o nadar con las lentes de contacto
- no hacer un uso demasiado prolongado de las lentes de contacto. Deben ser substituidas con la frecuencia recomendada por el especialista
- utilizar la solución para limpiar y guardar las lentes de contacto
- mantener una buena higiene del contenedor de las lentes y substituirlo cada dos o tres meses
En Eurolaser ayudamos a las familias a poder entrar en el mundo de las lentes de contacto cuando el niño está preparado para ello. Consulte a nuestros profesionales para un buen asesoramiento.
