Las lentillas progresivas se adaptan al ojo para corregir los defectos refractivos y mejorar la visión en todas las distancias, de forma que facilitan que la persona tenga una visión perfecta tanto de cerca como de lejos.
Su estructura se organiza en zonas con geometría y graduaciones diferentes.
Existen dos tipos de lentillas progresivas:
1. distribuidas en aros concéntricos es la más frecuente. Generalmente en la zona exterior de la lentilla tenemos la graduación para ver de cerca y en la zona central se encuentra la graduación para enfocar de lejos. Según ciertas características del paciente también se pueden adaptar al revés y/o combinar entre los dos ojos diferentes zonas y graduación cerca/lejos.
2. distribuidas en parte inferior y superior: en esta estructura, la parte inferior se utiliza para enfocar de cerca, mientras que la parte superior es para enfocar de lejos.
¿Cómo funciona el ojo al enfocar?
La zona por la que usaremos las lentillas para enfocar, dependerá del tamaño de la pupila en ese momento y la distancia a la que queramos enfocar. El diámetro de la pupila varía principalmente según esos dos factores.
- La pupila se dilata o contrae según haya más o menos luz ambiental. Se dilata cuando no recibe suficiente luz y se contrae cuando hay mucha luz.
- Por un movimiento reflejo, la pupila se contrae cuando quiere enfocar de cerca, mientras que se dilata cuando quiere enfocar de lejos.
Son estas características de la fisiología ocular las que marcan el diseño y la adaptación de las lentillas progresivas. Según cada paciente y necesidad adaptaremos diferentes focos en diferentes zonas de la lente para obtener la mejor visión en cada distancia y en cualquier condición lumínica.
¿Quién es un buen candidato para las lentillas progresivas?
Todas las personas que padecen presbicia (vista cansada) son los potenciales candidatos al uso de las lentillas progresivas.
¿Cuáles son los problemas que pueden limitar el uso de las lentillas?
- Ojo seco: si la persona padece ojo seco, o trabaja delante de una pantalla durante muchas horas al día, es posible que el ojo no se adapte bien a la lentilla. Para un buen funcionamiento es necesario que haya suficiente humedad entre el ojo y la lente. En estos casos podría ser una solución el uso de gotas para lubricar.
- Ojos con problemas y en tratamiento con medicamentos que tienen efectos de alteración en la apertura de la pupila.
- Algunos profesionales de profesiones que requieren mucha precisión visual, pueden encontrar falta de exactitud en el enfoque.
Tipos de lentillas más frecuentes:
- Lentillas de remplazo diarias: se desechan cada día
- Lentillas de remplazo mensuales: las más habituales y se cambian cada mes. Requieren limpieza y conservación diaria
Si quiere más información sobre las lentillas progresivas, nuestros profesionales le aconsejarán la mejor opción.