En todos los ámbitos de nuestra vida (laboral, educativo, doméstico, ocio, etc…) los avances tecnológicos están produciendo grandes cambios en nuestra actividad diaria. El uso de nuevas tecnologías demanda una gran exigencia visual por el abuso de la visión próxima y provoca una serie de síntomas que puede llegar a afectar al bienestar del usuario y a su rendimiento. Los estudios más recientes establecen la aparición de síntomas oculares a partir de 3 horas de uso de pantallas de visualización (smartphones, tablets, ordenadores, etc.), siendo el tiempo máximo recomendable para los niños de 2 horas al día. El conjunto de síntomas oculares relacionados con el uso de pantallas se denomina Síndrome Visual Informático (SVI). La sintomatología suele estar asociada a una mala ergonomía, malas condiciones ambientales, alteraciones refractivas no corregidas o mal compensadas, problemas de la visión binocular, estrés de la acomodación, sobreexposición a la luz y desestabilización de la película lagrimal.
¿Cuáles son los síntomas más frecuentes?
- Ojos rojos.- El enrojecimiento se debe a la irritación conjuntival por ojo seco asociado a la sobreexposición por la fijación y disminución en el parpadeo.
- Picor y ardor ocular.- Normalmente se debe a un parpadeo insuficiente o incompleto, que se agrava cuando el ambiente es muy seco a la temperatura excesiva.
- Fatiga visual.- Como consecuencia del esfuerzo muscular que requiere una acomodación mantenida para poder enfocar una imagen en visión próxima.
- – Localizada en zona frontal y temporal como consecuencia del esfuerzo visual mantenido.
- Visión borrosa de cerca.- Normalmente tiene relación con alteraciones acomodativas, muy propias de la presbicia, la hipermetropía y/o astigmatismo sin corregir.
- Visión doble o diplopía.- Se produce por desequilibrio de la visión binocular y la consecuente pérdida de fusión de ambas imágenes.
- – Especialmente en usuarios con hipersensibilidad a la luz.
¿Qué podemos hace para prevenir el SVI?
1.-Mejora del entorno visual.
En ordenadores de sobremesa, colocar la parte superior de la pantalla a la misma altura o algo inferior que nuestros ojos y a unos 60-70 cm de distancia. En portátiles respetar distancias entre 50 y 60 cm, siendo de 35 a 45 cm la distancia recomendada para dispositivos móviles. Especial atención en la distancia de uso en niños. Al tener los brazos más cortos, se reduce la distancia de visualización, aumentando el esfuerzo acomodativo y pudiendo inducir el desarrollo de la miopía u otras alteraciones de la visión. Regular la iluminación ambiental evitando tanto deslumbramiento como sombras sobre la pantalla. Usar pantallas de alta resolución disminuyendo el brillo y aumentando el contraste.
2.- Mejora de la ergonomía.
Diseños ergonómicos del mobiliario utilizado. La posición de la silla tiene que ser erguida y que nos permitan un cierto ángulo de inclinación de la cabeza, las piernas deben formar un ángulo de 90º. Debemos poder regular la altura de la mesa y la posición del teclado y del ratón.
3. Mejora de las condiciones ambientales.
Control de la temperatura ambiente, esta no debe superar los 24ºC, mejorar sistemas de calefacción y ventilación, y mantener humedad ambiental por encima del 50%.
4. Mejora de las condiciones laborales.
Organización del trabajo, intercalar actividades a diferentes distancias. Aumentar la frecuencia de los descansos en visión próxima. Cada 20 minutos de uso de pantallas, se debe descansar durante 20 segundos enfocando un punto lejano.
5. Revisiones oculares periódicas.
Corrección del defecto refractivo con cristales antirreflejantes que mejoran las transmisión de la luz y evitan los reflejos y filtros especiales que además de eliminar los reflejos, aumentan el contraste y filtran la luz azul-violeta que emiten las pantallas protegiendo la retina de posibles daños asociados a este tipo de radiación.
Posibilidad de adaptar lentes ocupaciones, que están diseñadas para mejorar las habilidades visuales en visión próxima y especialmente para el uso de pantallas.
Neutralizar ametropías ( hipermetropía, miopía y astigmatismo), sobretodo para evitar diferencias refractivas entre ambos ojos que provoquen diferencias de enfoque entre ambos ojos.
Descartar alteraciones binoculares y/o acomodativas y realizar el tratamiento adecuado en caso de detección.
6.Higiene ocular.
Un uso excesivo de maquillaje o una mala limpieza de sus restos puede provocar alteraciones de la película lagrimal.
7.Aumentar la frecuencia de parpadeo, mejorando la distribución de la película lagrimal y la hidratación ocular, para evitar la sequedad. Es especialmente importante en usuarios de lentes de contacto. Hemos de ser cuidadosos en la elección de los materiales de la lente, poniendo especial atención a la permeabilidad, humectabilidad y buscar materiales con baja deshidratación.
8.Uso de lágrima artificial para evitar la sequedad ocular en caso de déficit o mala calidad de la lágrima.